La oficial del Registro Civil en el fraccionamiento Jardines de Durango, tuvo que ser amenazada por un juez federal para que aceptara registrar el cambio de nombre de un transgénero que fue hombre y se convirtió en mujer.
Según la presidenta de la agrupación Sí Hay Mujeres en Durango, Julieta Hernández Camargo, el solicitante acudió por su cuenta a pedir el cambio y la oficial se lo negó, con una actitud hasta grosera
Ante esto, la informante promovió un amparo y el juez le ordenó a la funcionaria que aceptara el nombre que le daban.
Todavía así puso obstáculos, le pidió al interesado cinco documentos donde constara el nombre que pretende llevar a futuro, “una tontería, porque si todavía no cambiaba el nombre, cómo podía tener documentos alusivos”, dijo Hernández Camargo.
En tal virtud, acudieron de nuevo con el juez federal y éste le dio un plazo perentorio a la oficial, de 24 horas, para acatar su decisión y advertida que de no hacerlo, se pediría de inmediato su destitución, además de aplicársele una multa y consignación penal por desacato.
Con estos argumentos, la oficial corrigió el acta, sin embargo, la activista explicó que este hecho solo comprueba lo conservadora que es la sociedad de Durango, la cual se resisten a aceptar los cambios que se requieren y que, como en este caso, sólo los acatan bajo amenazas.